viernes, 1 de agosto de 2008

A l . a p a g a r . l a . l u z . . .

Te conozco hace casi cuatro meses, y te siento tan cerca como si fuéramos hermanos. Pero no, señores, somos novios.
Conozco el latido de tu corazón, conozco a tu mamá, conozco tu casa, conozco hasta el peso con el que naciste y tu peso actual. Maldita la hora en que te dije 'Holimh' por msn.
Sí, maldita la hora, la maldigo de acá a la Quiaca,
Franco Sebastián. Pero no vas a leer ésto, porque ni de joda te pasás por acá, ni en pedo leés mis textos y ni sueño con que pienses en mis frases. Lo más seguro es que nunca sepas la bronca que me da cuando decís que no te amo de verdad, cuando puedo estar en la montaña rusa del Parque de la Costa pensando en vos, pensando en qué mierda estarás haciendo en ese momento. Tampoco sabés, seguramente, que me quedo mirando que estás conectado, aunque sin hablarte, sólo por el confort de saber que estás conectado, de alguna manera cerca mío. Pero ojo, no, no te amo de verdad, ésta es una simple fase de mi impresión adolescente en la que creo estar sintiendo amor, porque no conozco otra cosa. Bueno, Franco, te comento... Si quisiera conocer otra cosa, te mando a la concha de tu madre, y adiós, total... no te vas a lamentar vos, yo tampoco [Mentira, los dos sabemos que voy a recagarme el día que esto se termine.]. Si quisiera otra cosa, te hago cornudo como el mejor [como vos decís que me hacés a mí], pero no flaco, no quiero otra cosa, no quiero un pelotudo cualquiera al lado mío, te quiero a vos. Te quiero a vos, vos ahora sos mi mundo y aunque te cueste creerlo y para alimentar tu narcisimo digas que yo voy a terminar mandando todo a la mierda en algún momento, te aviso que no, y que si tuviera la oportunidad volvería a conocerte una y otra vez, maldiciendo así todas las veces que te conozca. Maldecir esos insoportables momentos en el que tengo que hacer una lista de mis personalidades, a ver cuál puta personalidad adopto para cada joda que me hacés, para terminar en un intento fallido de madurez que realmente, no tengo. Es simplemente otra de mis múltiples personalidades. Maldecir los putísimos momentos sin hablarnos porque pienso algo interesante para decir, las inútiles charlas por personas en las que entrás vos de la nada porque me dijo que había comido uvas y mágicamente me acordé de que vos usás perfume de uva. Maldecir la infame euforia que tengo al verte en la parada, esperando a que yo vaya para allá o cuando bajás del colectivo [172 o 242, por cierto] y yo ya te estoy esperando en la heladería. Maldecir el tener la cabeza ocupada por vos todo el tiempo, porque me acuerdo de los momentos hermosos que tenemos juntos.
Pero por sobretodo, maldecir los nervios que me hacés comer... esas estupideces de decir 'Te voy a hacer guampuda.', como si decirlo te hiciera más vivo o a mí más inocente. Sí, mi inocencia es grande, también tu viveza, pero no se incrementan cuando decís 'Te voy a hacer guampuda', creeme. Pero lo hacés igual, y vas para Flight y yo ya resignada me quedo en la computadora hablando a no sé quién de no sé qué después de llegar de no sé dónde que es la razón por la que no pasamos el día juntos.
Sí, Franco, te maldigo soberanamente a vos y al puto msn que nos permitió conocernos, a Fotolog por encontrarnos y a tu asquerosa imaginación para elegir un nombre tan absurdo y a mi gusto llamativo para nombrarlo.
Y ahora te acabás de ir, y adivinene, señores, ¡Cómo se fue el señor!: Se fue Valiiumm,me voy.
Y yo acá, sabiendo que es una joda, escribiéndote cosas platónicas que en tu puta vida vas a leer, salvo que yo te las mande y te diga 'Mirá lo que escribí para vos.'
Sí, hijo de la asociación mundial de putas, me hacés feliz cada momento que existís y con cada respiración que das, y amo cada centímetro tuyo. Y claro, maldigo todo lo que dije anteriormente, pero ni las infantiles jodas que querés hacer ver sucias ni tus basureos van a hacer que yo me caliente y mande todo a la mierda, y te voy a seguir amando porque te elegí a vos, y no elegí a nadie más, y me importa tres pepinos que no te guste, yo me hago la mala y te digo 'Te amo, Franco, te amo.'
¿Querés ver quién aguanta más? Bueno, pero vos portate bien, no sea cosa de que yo mande a la mierda las cosas por un acto tuyo en demostración de que no te importa.
Sí, Franco, sí, te metiste con la flaca más pesada e incoherente de todo Buenos Aires. Ahora, convencete vos solito de con quién estás, porque facetas mías vas a conocer millones, millones, y algunas te van a gustar y otras no, pero ahora me tomé yo el tiempito de decir qué carajo me gusta y qué no. Y sabés que me gusta todo de vos, pedazo de forro, y sabés que te amo, y sabés que me podés, y sabés que estoy tan entregada que aunque me digas 'Me emborraché en Flight y perdí la virginidad con una cheta.' yo me voy a calentar muchísimo, pero no te voy a dejar de amar ni voy a mandar las cosas a la mierda porque soy una tremenda pelotuda que te ama de acá a Luján y porque sos una de las pocas personas que digo 'Vale la pena'. SÍ, VALÉS LA PENA, PORQUE ME HACÉS DEMASIADO FELIZ COMO PARA NO VALERLA. No sé si todo esto que te digo te afecta, pero como te dije que con algunas cosas me destrozás, yo me recupero, porque uno sabe lo que quiere cuando decide tomarlo. Yo sí creo saber a quién tengo al lado, y amo todo de él, incluso sus imperfecciones porque sin ellas no sería lo que es. Franco, qué querés que te diga, ¡Te me hiciste perfecto! ¡Qué problema! Ahora agarrate, porque acá te describo las cosas exactamente como son, ésta es la verdad de la milanesa [Una vez mi profesora de lengua usó esa frase y me hizo reir mucho, por eso te la digo.], acá no hay mentiras, acá tenés cómo me siento y todo lo que pienso de vos. Y lo más seguro es que hoy nos veamos [Viernes], y vas a venir a mi casa, y mañana yo a la tuya a conocer a tus amigos a estar 9 horas juntos para después que yo me vaya a la casa de mi viejo y quién sabe, capaz muera en un accidente de tránsito. Así que... sabelo, no creo que encuentres a alguien que te ame como yo, te lo digo desde mi pequeñísima seguridad [Inculcada por vos, por cierto], que te va a costar tres huevos encontrar a alguien que sienta por vos lo que siento yo, y que se agarre tanto como para decir 'Maldigo la hora en que te conocí' que cualquier pelotudo se da cuenta de que no maldigo una mierda y que sos lo mejor que me pasó, y que aunque te escriba así adentro tengo un tarro de miel gigante que justo ahora no quiere abrirse, pero cuando esté sola en la casa de mi papá, extrañándote como una yegua, te voy a escribir el texto más hermoso y dulce y este confesionario inútil va a quedar hecho un poroto.

Listo, me aburrí de escribir, tengo que pensar si mandártelo o no... depende de como me despierte [Y cómo te despiertes vos].

Te amo, Franco Sebastián. ¿Será que siempre creo que me quedo chica con cada cosa que escribo?

No hay comentarios: