martes, 2 de diciembre de 2008

c o l d k i l l s ;;

El frío les destrozaba los nervios, Wammy jamás los había dejado soportar semejante helada, y se les ocurrió recordarlo años más tarde.
Matt ignoraba el frío refugiándose en un cigarro, mirando el cielo y recordando dentro suyo que no tendrían techo sino en una semana.
- ¿Podrías alejarte? - Inquirió Mello con cara de asco ni bien el humo le chocó contra la cara.
- Claro, sin problemas. - Obedeció Matt, como siempre.
Mostrándose ofendido Matt cruzó la calle y se sentó en el banco de en frente, dejando a Mello en compañía del viento helado... curtiéndole la piel y secándole los ojos.
- ... Infeliz ... - Gruñó entre dientes mientras veía la sonrisa pícara de su compañero pelirrojo en la vereda contraria.
Subió las piernas al banco y se abrazó las rodillas para concentrar calor y cerró los ojos, buscando entre recuerdos alguna sensible palabra en los veranos en la Wammy's, algo que lo llevara lejos de ese frío incontrolable, algún abrigo que hiciera que dejara de temblar.
Near. Cruzó por su cabeza ese albino insoportable, su soberbia, su atropello. El último día en la Wammy's, la notica de la muerte de L, la sorpresa de tener a Matt cerca, el calor de su cuerpo, los planes fracasados. Las veces que intentó acercarse a él pero el orgullo lo alejó por completo, la poca química, y las burlas inexistentes.

El frío no cesó, sino que lo carcomió hasta que de las punzadas en su piel dejó humedecer sus ojos por la impotencia y la desesperación. Se tomó la cabeza con las manos y la puso entre las rodillas, sintiéndose vulnerable.

Matt se levantó de su asiento y se sentó al lado de Mello de nuevo, esta vez sin cigarro.
- ¿Te molesto ahora? - Interrogó con una sonrisa en la cara.
- Cállate. - Respondió a secas el rubio sin levantar la cabeza.

Mello se levantó, despeinado, y dio la orden de seguir caminando.

- ¿A dónde se supone que iremos? - Preguntó Matt desconcertado.
- Qué importa, no me haré hielo aquí sentado.

Entendió el mensaje que intentaba dar, la rudeza no lo dejó perplejo sino que le comunicó todo lo que por su cabeza había pasado.
Caminaron unos minutos hasta que llegaron a donde se encontraba el auto de Matt, con los vidrios escarchados. Dentro del auto, ambos se quitaron los guantes y soplaron sus manos en busca de calor... Matt miró unos segundos a Mello tras las antiparras y puso en marcha el auto, dejando al Orfanato Wammy atrás.

- También estoy muriendo de frío. - Susurró el pelirrojo y aceleró hasta que el auto pudo.

No era el cuero de sus ropas lo que les quitara el frío esa noche, ni ninguna otra.

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