MONSTER

• Monsters need love too •

No había entendido a la gente hasta ese día, y no sabía si aliviarme o enojarme cuando entendí que no era un monstruo pero tampoco era normal. Quizás bastaron un par de textos para que todo diera vueltas en mi cabeza, que en ese momento dolía, y acomodar todas las ideas para que quedaran hiladas. No costó, simplemente pasó. Recordaba una idea y veía cómo se entrelazaba con la otra, en la que había pensado antes, para crear así un esquema completamente perfecto. Ahí fue cuando me sorprendí y me felicité a mí misma por llegar a eso, nunca lo hubiese imaginado.
Lamentablemente no lograba entender el mecanismo de un par de personas, pero si entendía el mío. Claro, no cerraban un par de teorías pero la base era fuerte, y no me gustó para nada.
Derrumbé, entonces, todas mis teorías y esquemas y volví a empezar desde cero, para convencerme de que mi mecanismo es inentendible para mi cabeza, que todavía estoy muy lejos de mí misma. Pero acá estoy, escribiendo un texto, explayándome con total claridad.
Esos días costaban, y cada vez era más común levantarse a mitad de la noche a mirar el cielo del patio mientras mamá se despertaba y me decía que me fuese a dormir. Esos días, en los que me quedaba sola en casa y tenía tiempo para pensar y estar sola conmigo misma. Nadie quería impedirlo, porque nadie entendía lo malo que era ese encuentro, y yo me negaba a la ayuda, de salir mucho si era que había que caminar un par de cuadras. Al menos ese día, me sentía mal de verdad, y me encerré dentro mío cuando dejé de hablar con él. No fue una coalición ni un terremoto, pero fue una muy interesante conversación imaginaria entre mi monstruo interno, mi hueca interna y mi dulce interna. Sí, esas tres facetas que cualquiera tiene adentro. La faceta que piensa y la faceta que actúa, la faceta clara y la faceta oscura. No necesariamente dos personalidades opuestas, sino dos facetas que salen conforme la situación.
¿Y cuando salen todas al mismo tiempo? ¿Cuando ya no son facetas distintas? De eso tuve miedo, pero no pasó.
No podría haberme imaginado más aburrida que en el momento en el que hubiese reunido a esas tres facetas.

Quizás nadie está preparado para hacer que esas facetas se encuentren. Quizás nadie debe entender su mecanismo en su totalidad. Quizás cuando intentamos descubrir el funcionamiento y llegamos a una parte donde hay un círculo vicioso es cuando decimos que hay que comenzar de nuevo porque nos trabamos.

Quizás son demasiadas suposiciones.