ESPERARTE

Y si elegís desangrarte, ¿te tomarías el lujo de avisarme? Si pudieses evitar que te viese muerta y fría de sorpresa recordanto tus momentos de vida, y preguntándome si me hubiesen dado recursos para evitar tu pasaje, para que sólo me respondan que no, ¿podrías avisarme? O preferirías ocultar tus decisiones y yo, plasmado en sábanas te espero, espero que termines y vuelvas, que revivas y me mires, que el cielo te rechaze y me expliques, pero no pasará porque no te vas a ganar el cielo.

Acá, tristes, esperamos tus pensamientos y anécdotas, yo, un amor platónico, una meta conseguida, te alabo corazón, y espero que cuando estés pensando en expulsar tus cesos, me avises, porque no quiero enterarme por terceros.

Oh amor, no me entero de tus prodigios, ni de los caminos que dejás bendecidos con tus pasos, tampoco me enteraré de tu muerte yo lo sé. Si hasta ahora, podrías estar muerta, noticias no recibo ni siquiera una llamada, días y días pasan y yo con la cabeza entre las piernas, rogándole a Dios que no seas una de su lista y que vengas, que me hagas saber que te sobra el aire, que me pidas mil perdones por la paranoia incontrolable que sabés que provocás. Que dejes tu mente de lado y me mires dos segundos a los ojos:

Amor, ¿cuánto tiempo? Tus ojos se hicieron grises, tu piel se empalideció, ¿qué hora es, corazón?

Y escucharte reir, adorar tu sonrisa, amarte más de lo común y olvidar estos momentos, estos solitarios días en los que yo solamente quiero saber de vos, estos ambiguos días en los que no te tengo porque dejás el mundo, estos extraños momentos en los que te tomás vacaciones, dejando un mundo detrás tuyo.

Tal vez si supieras, tal vez si mi estrategia fuese dejarte morir sin conciencia me avisaras; para que yo, pobre discípulo tuyo, te viera, porque experimentarías lo que es ser invisible, experimentarías lo que es tenerle miedo a la soledad, experimentarías esperando días y días, una noticia, que no llega, que se pierde, mensajes que se dispersan en el pensamiento, experimentarías el maldito arte de extrañar.

Oh, amor, y si hoy el mundo decide separarnos, y ser dos almas separadas, dejar de conocernos. Te pido que me avises, porque no quiero enterarme por terceros.

{ NO, HIJO DE PUTA, NO PODÉS SER TAN FEO. }