Te llamo amor.

Jueguemos.
El cielo se hace gris y hay poco tiempo, las sombras consumen tu camino y se hace tan tormentoso cada paso.
Un último juego, quiero sentir. Realmente es difícil, ya las figuras que han perdido su brillante matiz abandonan mis imágenes, ya no capto nada, ya no capturo esas hermosas escenas.
Ruego a Dios que me deje respirar los últimos momentos y me de pase libre, que me deje jugar una vez más... que me grite al oído que estoy viva y que tengo algo que perder, que tengo algo, que no son sólo inmundas imágenes.

Perdona, sublime, si hoy, esta misma tarde, en estas insulsas palabras, te llamo amor.