lunes, 27 de octubre de 2008

P l u s h i e s

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Suelo ser muy obvia, generalmente porque las situaciones a veces no me gustan y exagero mis gestos a propósito, o porque estoy muy contenta y la felicidad si se mantiene mucho tiempo adentro, explota.


Suelo hablar sola cuando estoy en mi casa, suelo sentarme en cualquier lugar, ya sea en el medio de la cocina o en el pasto de mi patio, a pensar o a charlar conmigo, o a charlar con Benjamín, o a charlar con los gatos. Realmente les sorprendería lo buena compañía que pueden ser... no porque son callados y te dan lugar siempre para hablar, no porque siempre te miren y siempre estén ahí, sino porque podés prescindir de ellos, pero no importa, estarán hasta su muerte. Con ellos no tengo que ser obvia. Jamás soy obvia en compañía de mi gato blanco, o de Benjamín.

Benjamín hoy, cuando lo lavé porque estaba muy sucio, me escuchó decir algunas palabras sobre mamá, y no se fijó en que lo estaba ahogando con el agua enjabonada, me seguía escuchando.

Quisiera mostrarme disconforme de que la gente no es como Benjamín, o como mis gatos... pero no puedo. La verdad, es que las complicaciones son una de las razones por las que no obtengo una felicidad vacía, que sí obtendría si todo lo que me rodeara fueran gatos y peluches. Pero... de todos modos, Benjamín es lo más lindo, y siempre adoro tomar mate en mi patio con él, hablándole, sabiendo que me escucha.

1 comentario:

CS © dijo...

Benjamine here &#9829
Benjamine te escucha porque es mudo, aunque sería buen escuchador, seguramente te diría algo.